La limpieza del lavavajillas, clave para alargar su vida útil

Sabemos que las tareas domésticas no forman parte de un plan de ocio ideal. Algunas personas aseguran que les relaja, pero ¿no es mejor disponer de ese tiempo libre para las cosas que realmente quieres hacer? Antes de descubrirte cómo se limpia a fondo el lavavajillas (y darte la buena noticia de que no necesitas enfundarte mucho tiempo los guantes) te vamos a dar dos recomendaciones generales:

• Con un paño húmedo y unas gotas de detergente (nunca productos abrasivos), haz una limpieza superficial y mucho más regular de las juntas de la puerta, el frontal y el cuadro de mandos. De esta forma se mantiene mucho más higienizado en el día a día.

• ¿No tienes previsto poner hoy el lavavajillas en funcionamiento? Evitar la formación de malos olores en el interior es tan sencillo como dejar la puerta medio abierta.

Antes de que la tecnología avanzara lo suficiente, es posible que fuese un buen remedio de emergencia, pero hoy en día emplear vinagre para limpiar un lavavajillas es poco menos que un atraso. En su lugar te proponemos algo mucho más efectivo: el programa de limpieza de la cuba, que se encarga de eliminar los restos de grasa, comida o cal, todos ellos culpables muy habituales de gran variedad de contratiempos. Y también de la formación de olores desagradables, tal y como te hemos adelantado.

Para sacar el máximo partido al programa de limpieza de la cuba necesitarás comprar este limpiador de lavavajillas en polvo, que recomendamos utilizar cada 4-6 meses, aunque todo depende de la intensidad de uso. Con el electrodoméstico completamente vacío y sin detergente en el cajetín, vacía todo el contenido de la caja en el interior y pulsa el botón de limpieza de la cuba.

¿Tu lavavajillas Siemens no tiene este programa? Eso no supone ningún problema, solo tienes que seguir los pasos que te indicamos en este vídeo.

Escondida en la parte inferior del lavavajillas, justo debajo de las cestas, se encuentra una pieza clave para este electrodoméstico: el sistema de filtros, compuesto específicamente por tres (microfiltro, filtro fino y filtro grueso). Aquí es donde se quedan los restos de comida y las partículas de suciedad que se arrastran con el uso diario. Mantenerlos en perfecto estado de revista solo requiere hacer lo siguiente:

• Lo recomendable es comprobar su estado tras cada ciclo de lavado, asegurándote de que no hay suciedad acumulada.

• Para sacarlo de su ubicación gíralo en sentido contrario a las agujas del reloj y limpia sus tres componentes debajo del grifo.

• No olvides que, al colocarlos de nuevo, deben quedar en la misma posición inicial.

Llegados a este punto ha quedado claro que mantener tu lavavajillas a otro nivel es muy sencillo. De la limpieza más profunda se encarga un programa específico, y por el momento solo debes preocuparte de pasar los filtros por debajo de un grifo. Todavía queda una tarea más, pero es tan asequible como las anteriores: revisar los brazos aspersores.

Se les menciona poco cuando se explica el proceso de limpieza, y en Siemens nos parece un error. No podemos olvidar que de ellos depende el flujo y la presión del agua. La cal y la suciedad también puede acumularse en las boquillas pulverizadoras, perjudicando el nivel de limpieza de la vajilla. Evítalo siguiendo estos 3 pasos:

• Desenrosca el brazo superior.

• Haz un poco de presión para extraer el inferior.

• Limpia las posibles impurezas en las boquillas bajo el grifo. Si es necesario puedes ayudarte de un palillo para extraer la suciedad.