Dos datos muy simples sirven para reseñar la importancia -a veces desconocida- del oxígeno activo: es el desinfectante natural más eficaz y el que menos residuos tóxicos genera. En el medio natural, se encarga de actuar como capa protectora frente a los rayos ultravioleta del sol. Es lo que conoces generalmente como el ozono. Pero también tiene interesantes aplicaciones en el día a día, como medio para garantizar la máxima higiene en lugares tan sensibles como los hospitales, lavanderías... o tu propia casa. Quédate hasta el final del artículo porque te vas a sorprender.
5 usos que no conocías del oxígeno activo

Sobra mencionar la importancia que tiene la higiene en la industria, sobre todo a la hora de garantizar la calidad y seguridad alimentaria. En este caso, el oxígeno activo limpia y desinfecta la cadena de producción para eliminar con extrema eficacia cualquier tipo de microorganismo.
El ozono también se utiliza para desinfectar el agua de las torres de refrigeración y evitar la bacteria que provoca la enfermedad de la legionela. Además, tiene diversos usos en la depuración de aguas residuales al tener la capacidad de eliminar patógenos y contaminantes. Y algo parecido ocurre con el tratamiento de olores: tiene una acción desodorizante, porque acelera la oxidación de estos.
Limpieza en hospitales: Si hay un lugar donde la desinfección adquiere un papel más relevante si cabe, ése es un hospital. El ozono es utilizado en el ámbito sanitario porque elimina bacterias y microorganismos y, además, lo hace de una forma inocua.
¿Para eliminar el dolor de espalda? Sí, ha sido uno de sus hallazgos más 'recientes'. La ozonoterapia consiste en el tratamiento del dolor de espalda mediante infiltraciones. Su gran ventaja es que es efectiva y actúa como una alternativa a la cirugía. ¿Por qué? La respuesta la encontramos en las propiedades del ozono, porque tiene un efecto analgésico y antioxidante que hace que el dolor provocado por una hernia o una ciática remita.

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