¿Cuántos tipos de café existen en España?

¿Sabías que en España hay un consumo estimado de 535 millones de tazas de café semanales? Esto se traduce en que nos encanta tomar -de media- unas 3,6 tazas al día entre semana, para reducir la ingesta un poco los fines de semana (2,7 tazas en sábados y domingos). Son los datos que arroja el informe "Café & Té: Hábitos de consumo de café en España", en el que también hemos descubierto que el 63% de los mayores de 15 años en nuestro país consumen, al menos, una taza al día. Parece evidente que nos encanta esta bebida y ahora con las cafeteras superautomáticas Siemens lo tienes más fácil que nunca para disfrutar de cualquiera de las variedades que te presentamos a continuación. ¿Tienes claro cuántos tipos de café hay en España?

Variedades de café: estas son las más importantes

No es fácil responder a la pregunta que lanzamos en el título del artículo. Y no es por una cuestión de falta de datos, es sencillamente que diferenciar los tipos de café que se consumen cada día en España depende de muchos factores. Uno de ellos, por ejemplo, es la variedad. Estas son las dos más habituales:

• Arábica: su contenido en cafeína es del 1%, crece a más de 500 metros de altitud y supone el 70% de la producción mundial. Se le reconoce un sabor bastante suave.

• Robusta: con un 2% de cafeína, podrías encontrarlo en plantaciones a tan solo 200 metros de altitud. Es el más utilizado para fabricar cafés instantáneos.

Una vez descubiertas estas dos alternativas, también debemos aclarar que en España -hoy en día- todavía se pueden encontrar varios tipos de café en función del tueste. En algunos rincones del mundo no aceptan discusión: la única opción es el café natural, pero en nuestro país todavía se compra y consume el torrefacto o el de mezcla.

¿Cómo preferimos tomar el café?

Y es aquí donde entramos verdaderamente en materia para hablar de los tipos de café que bebemos en España. Según el estudio al que hemos hecho referencia, un 37% de la población opta por el café con leche, mientras que el conocido como café solo se queda un poco atrasado con un 27% de adeptos. Por su parte, el popular cortado es la versión favorita para un 24% de los amantes de esta bebida, mientras que el 12% restante se decanta por otras alternativas cuando se prepara una taza.

Y es precisamente en esas "alternativas" donde encontramos diferentes tipos de café según la preparación que se haga. ¡Estos son algunos de los más habituales en España!

• Café solo: es nuestra variedad autóctona del popular 'espresso' italiano. ¡Ojo! En otros países (los nórdicos, por ejemplo) pedir un 'solo' no es lo mismo que un 'espresso', puesto que para ellos esta segunda variedad es la que se elabora específicamente en una cafetera de este tipo. En España no tenemos tanto conflicto con los nombres porque la mayoría de las máquinas en los bares son espresso.

Para acertar siempre, en un espresso español la cantidad de café en taza son, como mínimo, 28 gramos o 40 ml, que dan como resultado una taza de café de 60 ml.

• Ristretto: se elabora con la mitad de café que el solo. Para que infusione correctamente tiene que pasar durante 15-20 segundos por el agua hirviendo. Es uno de los tipos de café con más contenido en cafeína.

• Café cortado y café con leche: dos símbolos de las cafeterías españolas. Y que por cierto también generan confusión fuera de nuestras fronteras. El cortado se prepara sencillamente con una 'nube' de leche, mientras que en la segunda opción hay que utilizar una taza más grande para mezclar la misma cantidad de leche que de café.

• Leche manchada y café clarito: estos dos tipos de café no tienen los mismos índices de popularidad, pero también existen. Lo fundamental: NO son un cortado. Un 'manchado' se prepara con la mitad de café que requiere un espresso, mientras que en un clarito deberían servirte una taza con mucha leche y tan solo unas gotas de café.

• Café americano: se trata de un espresso con 30 mg de cafeína al que se añaden 100-120 ml de agua.

• Lungo: la preparación puede ser parecida al americano, pero los detalles vuelven a marcar una vez más la diferencia. El lungo tiene que quedar un poco más amargo porque se diluye más en el agua, pasando más tiempo por los granos de café y empleando menos cantidad.

• Café bombón: es uno de los reyes en la categoría de cafés dulces. ¿Cómo se hace? Primero gestionas un café solo largo y le añades por encima una dosis (al gusto del consumidor) de leche condensada.

• Capuccino: uno de los mejores ejemplos de que los tipos de café dependen, en gran medida de su forma de elaboración. Para un capuccino se requiere un espresso, una capa de leche y, como culminación, una capa de espuma que se consigue cremando bien la leche.

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