¿Aceite quemado? Con fryingSensor nunca más

¿Cuántas veces has contemplado humear el aceite que utilizas para una fritura? El denominado 'Punto de humeo' tiene una importancia capital a la hora de cocinar, pero pasa el tiempo y sus efectos sobre los alimentos se siguen menospreciando más de lo deseable. Evitar el aceite quemado es relativamente sencillo, puesto que únicamente requiere una buena materia prima, el tiempo necesario y un control óptimo de la temperatura. En este artículo te damos todas las claves.

Cocinar por intuición puede ser efectivo en determinadas situaciones, pero si vas a manejar aceite casi es mejor poner todos los sentidos en la receta. Prestando atención a la temperatura que alcanza el aceite se puede evitar, por ejemplo, la formación de compuestos perjudiciales como la acrilamida, una sustancia nociva que altera las estructuras de las células de los alimentos, creando amargor y afectando a sus propiedades, tal y como te contamos en este artículo.

Y es que a la hora de freír debes ejercer un doble control sobre la temperatura: por un lado, nadie quiere que el alimento se queme por fuera y quede crudo por dentro; tampoco es una gran idea dejar que el aceite comience a desprender humo, ya que es la señal inequívoca de que se está sobrecalentando. Llegados a este último punto es cuando hace su aparición la ya mencionada acrilamida o los temidos ácidos grasos trans, que -entre otras cosas- resultan bastante peligrosos para el corazón.

Además de todo lo anterior, no podemos olvidar que el aceite quemado también sabe mal y huele peor. Para evitar transferencias a los alimentos, hay algunas recomendaciones que se deben tener siempre en cuenta en la cocina. La primera de ellas es obvia: el aceite quemado hay que desecharlo. Y el que no se quema no deberías reutilizarlo más de dos o tres veces.

Más detalles importantes: la pureza. El punto de humeo es más bajo cuanto más puro es el aceite. Mientras el de coco comienza a sobrecalentarse a partir de los 230ºC, el aceite de oliva virgen extra (el más recomendado para freír a pesar de los mitos) lo hace al superar la barrera de los 160ºC. ¿Y el de girasol? Si es refinado comenzará a humear a partir de 220ºC.

Los expertos en dietética y nutrición recomiendan emplear siempre aceite de oliva, ya que su resistencia a las altas temperaturas es más elevada y así tú consigues una fritura más saludable. En cualquier caso, otras cosas que nunca se deberían hacer si pretendes huir del aceite quemado es mezclar nuevo con usado o hacer esto mismo pero con diferentes clases, puesto que el punto de humeo será diferente casi con toda seguridad.

Llegado a este punto, no cabe duda de que conseguir la temperatura perfecta del aceite es un reto importante para cualquier cocinero. Pero todo es mucho más sencillo cuando la tecnología rema a tu favor: con fryingSensor ya nunca más volverás a tener dudas en este sentido.

El funcionamiento de este sensor, que encontrarás en placas de inducción Siemens como este modelo con extractor incorporado, es muy sencillo: se encarga de regular la temperatura del recipiente para evitar que el aceite sobrepase el valor adecuado para el tipo de alimento que vas a cocinar. ¿Cómo funciona? Quédate con estos dos pasos:

1. Lo primero es seleccionar la zona de cocción que vas a emplear y ajustar el nivel de calor. Hay cinco niveles diferentes.

2. Una vez que la sartén (y por lo tanto el aceite) ha alcanzado la temperatura elegida, la placa te avisa con una señal visual y acústica. No te preocupes por nada porque el propio sensor consigue mantener la temperatura constante durante toda la preparación.

• Temperatura alta: perfecta para conseguir filetes poco hechos, croquetas o unas patatas fritas de revista.
• Temperatura media-alta: la que necesitarás cuando cocines alimentos congelados o empanados, carne al punto o muy hecha o unas verduras frescas.
• Temperatura media-baja: selecciónala para cocinar hamburguesas o salchichas.
• Temperatura baja: es perfecta para freír alimentos con aceite de oliva virgen extra. Las tortillas son el mejor ejemplo.
• Temperatura muy baja: en este caso el aceite alcanzar los ºC adecuados para elaborar y reducir salsas o pochar verduras.

Sin humos, sin olores, con el aceite a la temperatura perfecta, con un sabor a la altura de los paladares más exigentes. Con las cocinas Siemens puedes cocinar a otro nivel y disfrutar realmente de estar 'entre fogones'. ¿Tienes alguna duda sobre ello? ¡Solo tienes que llamarnos al 976 305 714 para resolverla!