3 mitos acerca del café derribados (por Kim Ossenblok)

¿Sabías que en España hay un consumo estimado de 535 millones de tazas de café semanales? Esto se traduce en que nos encanta tomar -de media- unas 3,6 tazas al día entre semana, para reducir la ingesta un poco los fines de semana (2,7 tazas en sábados y domingos). Son los datos que arrojan el informe "Café & Té: Hábitos de consumo de café en España", en el que también hemos descubierto que Madrid y Barcelona son los más cafeteros del país. ¡Que esta bebida nos encanta a casi cualquier hora del día no es una novedad! Pero sí lo es el hecho de que cada vez más personas apuestan por un café de calidad, bien seleccionado y mejor elaborado.

Si te identificas con esta última afirmación, seguro que estos tres mitos del café que te contamos a continuación los has escuchado en alguna ocasión. Ahora, con la ayuda de toda una figura mundial del café, puedes darlos por derribados.

Kim Ossenblok lo tiene claro: que en un paquete de café ponga que es 100% "algo" (arábica, gourmet, premium, etc.) no tiene que ser sinónimo de una magnífica calidad. Se trata de un dato muy significativo para ese 67% de españoles que reconocen consumir café porque, simplemente, les encanta hacerlo.

Esta situación, como decimos, afecta a cualquier variedad, incluido el café robusta y arábica, las dos más populares. Según Ossenblok, la forma de clasificar y de tostar el café son en realidad los valores diferenciales y al no existir leyes internacionales que se ocupen de regular la calidad de un café, puedes fiarte de catador profesional que te dirá si tu café arábica (aromático, suave, muy digestivo y con un 1,7% de cafeína como máximo) es tan bueno como podría ser un robusta (menos digestivo, poco aromático y de gusto final amargo).

Café y cafeína, dos elementos que no se entienden por separado. Por eso, la afirmación con la que hemos comenzado este párrafo posiblemente la habrás escuchado cientos de veces, y puede que tenga algo que ver con que el 63% de los amantes del café lo toman por la mañana. Pero el autor del libro "¡Al grano!" tiene algo que decir sobre este mito: "El café descafeinado es probablemente un invento que se ha hecho con la intención de compensar los cafés con demasiada cafeína". Su visión es bastante contraria a la creencia popular, puesto que estima que los descafeinados son necesarios para poder ofrecerlos a las personas sensibles a la cafeína, y además asegura que "puede ser muy buen café".

La clave, como siempre con esta materia prima, es disfrutar de un café descafeinado recién tostado (si es posible), recién molido (algo que se puede hacer en casa gracias a las cafeteras superautomáticas) y recién hecho. De esta forma se consigue un sabor, una cantidad de crema y un cuerpo que incluso, en algunas ocasiones, ha llegado a confundir los paladares de catadores profesionales.

Por lo tanto, mito derribado: el café descafeinado tiene cafeína, aunque mucha menos que otros tipos, y además puedes utilizarlo para impresionar incluso a los invitados más exigentes.

Pocos mitos son tan fáciles de derribar, al menos para nuestro experto. Que un café sea amargo depende de muchas cosas, pero lo más importante es desterrar la creencia de que es así y punto. No, no tiene que ser la principal característica de esta bebida. De hecho, es muy interesante saber que el café viene de una fruta, por lo tanto, cuanta más calidad tiene, mayor concentración de "dulzura con acidez" encontrarás en tu taza.

No obstante, debemos puntualizar que el poso amargo del café sí que tiene algo que ver con el tema. Proviene de la propia cafeína, del ácido clorogénico y del tueste al que se somete. También de una extracción del café más larga. Por eso siempre es recomendable ponerse en manos de baristas que comprendan todos estos aspectos, si lo que buscas es disfrutar de una taza perfecta y a tu gusto.

Ahora ya sabes que un café arábica 100% no tiene que ser siempre el mejor, que el café descafeinado tiene cafeína y que el poso amargo del café existe, pero que no debería ser la principal característica de esta bebida. Con estos 3 mitos derribados, ahora ya lo tienes mucho más fácil para disfrutar siempre de una taza perfecta. Recuerda que tan importante es la materia prima (y el tratamiento que le han dado) como disponer de una cafetera que respete todo el proceso de preparación. Y es que una vez que tienes los mejores granos, todavía queda molerlos en el momento adecuado, usar la cantidad de agua necesaria y emplear la temperatura correcta. En Siemens te lo ponemos muy fácil. Descubre las mejores cafeteras superautomáticas aquí.